Tarde...

...Y entonces se acercó, y con la mirada fija en mis ojos y sin una excusa mayor que su deseo me besó. El tiempo se paró en aquel instante, todo comenzó a dar vueltas y aparecí en un mundo de color añil. Tantos sueños que imitaban ese momento, tantos caminos recorridos asfaltados por ese deseo. Tantas ilusiones alimentadas por simples idas y venidas... Y en ese instante congelado no sentí nada, solamente el roce de sus labios con los mios, ni un mísero cosquilleo, ni un ápice de alegría o un poco de placer enamoradizo...nada de eso. Se había convertido en uno más...era un beso más. Sentí ternura por lo que en su momento fue, pero nunca chispas que lograran avivar la llama que un día se mostró como un gran incendio forestal... El tiempo volvió a su curso normal, el beso tocó a su fin...y cuando mis párpados volvieron a abrirse... y me leyó la mirada...pudo comprender lo que pasaba en ese momento por mi mente..no hizo falta que yo mentara palabra...volvió a besarme, y se marchó...esbozando una sonrisa y lamentándose por lo que acababa de ocurrir...

Y esa fue la primera noche en mucho tiempo que no esperé despierta tu llamada, cené algo calentito, pues no ansiaba que vinieras a hacerme compañía, y comprendí por qué nunca hubo nadie... porque aún no había llegado el momento... nada de precipitarse sin necesidad. Alguien que ahora ni recuerdo me dijo que tardaría... y me demostré que no esty dispuesta a esperar...