jueves, 23 de abril de 2009

estructura de alguien...imperfecto

Hay veces que lloras porque sí, otras de emoción, alegría, gratitud, felicidad... otras que lloras porque no, falta de cariño, detalle, soledad...y otras...que simplemente...te apetece, o ¿no?

martes, 21 de abril de 2009

...tu sabes...

Porque, desde tiempos inmemoriales, me he dedicado a coleccionar ex-amigos. Amigos que lo fueron y que, en un momento dado, decidieron (por acción u omisión) que vale, que nos llevamos bien, pero que tampoco es para tanto.

El tema es que, según vas avanzando, vas (aunque no quieras) perdiendo amistades. Primero, los del cole. Que vas haciendo cena anual, después cena lustral y después los pierdes de vista totalmente hasta que un día te encuentras al ganador del Trofeo Empanao de tu clase en los años 96, 97 y 98 y te dice: "Joder, Ce, como has cambiado, ahora sabes vestir.". Y, francamente, pues tampoco te dan ganas de darle a reiniciar relación.

Después, los el instituto. Que mucho "amigos para siempre", pero no nos vemos nunca. Si si, cada uno a nuestra parte, pero todos somos amigos para siempre, y una mierda!. Con lo que hubiera disfrutado yo mientras los demás me cuentan lo bien que se lo pasan estudiando en el quinto cojón, investigando en el CSIC o buscando la manera de desarrollar baterías para la Nintendo DS Lite en Osaka.

Luego llega la universidad, y cuando crees que encuentras a alguien, amigo! llega la decepción, que no, que no todo es tan bonito como lo pintan, que lo más cercano puede ser lo más dañino, que ya no soy yo contigo, y de eso, no tengo yo la culpa.

Por eso, cuando me surgió la oportunidad de encontrarme a estas alturas del partido con un grupo de gente con el que comparto afición por las absurdidades, lo grato de este universo mundo, amanece que no es poco, pues una, en su inocencia, creyó que estos amigos sí. Que estos venían para quedarse. Que estos no se iban a convertir en ex-amigos.

Así que, nada, otros tres ex-amigos. Y lo que más me jode es que va a tener razón mi señora conciencia: "Tú no tienes amigos, tienes acólitos". Y ya se sabe que el acolitismo, como la pasión, tiene fecha de caducidad en cuantito que se acaba el flechazo inicial.