lunes, 31 de marzo de 2008

Cambio príncipe azul por lobo feroz


Mujeres urbanas, madres trabajadoras, solteras ciclotímicas y adolescentes en erupción. En el siglo XXI todas estas mujeres compartimos un paso evolutivo que Darwin habría descrito como la lógica seleccion natural a través de la supervivencia en la lucha por la vida. Este nuevo milagro en la especie alcanza su cumbre el día en el que la mujer, da una priueta y un triple salto mortal, deja de querer ser la princesa para necesitar convertirse en la madrastra. El momento en el que desea un cambio de rol en el cuento popular. Sin medias tintas. De la buena a la mala. Una mujer despojada de debilidades exteriores y colores pastel.
¿Quién querría ser una sosa al cuidado de siete enanitos (frágiles y cantarines) pudiendo tener el tipazo de su madrastra gótica?
¿Serías obediente y llegarías a casa antes de las 12?
¿Te gustaría perder los taconazos en una carrera de lo menos elegante en pos de alcanzar la calabaza tuneada del clan de los ratas?
¿Elegiría alguna mujer morirse de miedo en el bosque, encima cargada con la compra (¡imagínate!) pudiendo aullar entre las garras de un lobo?
¿Aguantarías a un pesado-eterno-adolescente que siempre está pegando brincos y no se puede separar de esa amiga -que tu sospechas en algun momento más que amiga - llamada Campanilla? ( Siempre quedará la duda de si lo de Campanilla era en plan cariñito o un nombre de guerra en plena práctica de sexo)
¿Sabes lo mal que podrías quedar si te pasas durmiendo cien años rodeada de los humanoides de tu pueblo? ( Imagina tu muy probable halitosis al despertar en un primer beso. Tremendamente lamentable.)
Realmente ¿lograríamos entender ahora el sacrifico de una mujer mitad Miss Benidorm mitad pez por no herir al hombre que acaba de rechazarla y casarse con otra?
Ten en cuenta que nunca verás ratones que cantan y cosen porque más de una vez te quedarás muerta por la traición y la consecuente decepción. Apenas puedes tener pesadillas que no los incluyan.Saldrás de millones de cuentos en los que creías que eras la princesa, tu hada madrina te la jugará y el príncipe era sólo el mendigo. Consuélate con un colorín colorado. Ya volverás a comer perdices en temporada de caza.
¿Traicionaría el hada madrina a Cenicienta?
¿Le regalaría un vestido minutos después de haber dejado que el príncipe desabrochara el suyo? ¿Le aconsejaría que llegara antes de las doce para quedar ella con el heredero de la madrugada?
Sí, lo haría. Por eso Cenicienta es tonta. Porque nunca se entera de nada, y encima, quiere a la familia que la maltrata. Piénsalo...un segundo...seguro que en algun momento has tenido algo de esa Cenicienta corriendo por tus venas...
Ya está bien de historias malintencionadas. ¡Qué cara tenian los Grimm, Andersen y Perrault! ¡Cuentistas, eso es lo que eran! Ni zapatos de cristal, ni polvos mágicos ni espejos sinceros. Unos buenos Manolos, polvazos de verdad y elixires de eterna juventud. Su encantamiento a través del relato no ha aguantado esta sobrecarga de realidad, pragmatismo y estrés. No hay vuelta atrás. Aunque en un momento de debilidad intentáramos hacer el ejercicio compasivo de adaptar el cuento a nuestros tiempos...no funcionaría. No saldrían ni el cuento ni las cuentas.Te pongas como te pongas los coches blancos son una horterada y un rubio vestido de azul celeste de arriba abajo también. Córtate las trenzas, tira la banda de miss al mar, regala manzanas para dormir a la competencia, fúgate con el lobo y date un baño de espuma con él. Recuerda: mientras las princesas duermen, las brujas vuelan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

wooola celiaaa!!
En mi blog te dejo un premiecillo, por este blog tan chulo que tienes.