domingo, 7 de septiembre de 2008

Saldando deudas


Debía desde hace rato un merecido homenaje a las escaleras. Porque siempre han sido mis cómplices para sentirme más cerca del cielo o del infierno.
El espacio perfecto para tomar impulso y seguir subiendo, o bajando, porque para ambas cosas hay que tener coraje, sobre todo en esos momentos en que caer se muestra como una seductora opción.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cómo me encanta lo que escribes...cada día que pasa estoy un poco más enganchada a tu blog,y eso que antes lo miraba de vez en cuando!!
Animo en los examenes!
DORi