Días malos...de esos en los que la paciencia te abandona...que no queda ni un resquicio de aquella amable y paciente personita que sonreia bajo tu ventana la última vez que se cruzaron nuestras miradas.. Nunca sabré de dónde vienen estas rachas, ni donde me conducen, ni por qué en estos momentos; sólo sé, que cuando pasan, puedo tirarme días enteros pidiendo disculpas por palabras no dichas con sutileza, por comentarios que no deberían haber salido de mis labios nunca, por sentimientos demasiado desbordados, y por esa fatídica cara de circunstancia que te puse en aquel momento..
Y de que me sirven las estúpidas propuestas eventuales de que no volverá a pasar? Lo típico de: a partir de ahora, seré alguien nuevo, no más miradas trágicas, no más caras de circunstancia, no más sentimientos de malestar por ñoñerías... si solo me sirven para engañarme durante unos días, hasta que todo vuelva a ocurrir de nuevo, si solamente minimizan mis preocupaciones y me hacen dejarme llevar. De que me sirve enfadarme conmigo misma una y otra vez? si ya llegó el día en que me di cuenta de que el problema no venía de fuera...que el problema era yo..
Y de que me sirve darle tanta importancia a una caricia, un encuentro de nuestras miradas, una conversación a medias o tu vago interés por saber de mi...si después, todo se queda en el olvido, pasan a ser recuerdos, puede que más amargos de lo que a mi me gustaría..pero son eso, recuerdos, formados en días malos, sin paciencia, a los que no tengo que darles importancia.
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